Ya habrán notado que llevo un tiempo sin pasarme por aquí. No he dejado este espacio, no. Este tiempo de silencio tiene una explicación. El pasado 2 de enero, después de una larga enfermedad, el cuerpo de mi mamá dijo basta y su corazón ya débil y cansado dejó de latir. Escribo con la dificultad de las lágrimas y la tristeza, pero escribo para poner palabras a la emoción que se siente al despedir a mamá.
Explicarle a mi pequeña Amanda que su abuela Norma no está no ha sido lo más difícil. Lo que más cuesta es dejar ir todos esos pensamientos sobre lo que «podría haber sido pero no fue», «lo que ya no será» o «lo que más echaré de menos». Cuando todos estos pensamientos me acechan a la vez dejo aflorar las lágrimas, el dolor, la angustia. Dejo que salgan sin represión. Busco un rincón de mi casa, le pido a mi marido que se quede con la nena y sola busco mi espacio para llorar, para pensar, para amar. No me oculto, más bien busco donde poder estar con los recuerdos de mi mamá, con su risa, con sus caricias, con su mirada dulce…esa que sólo las madres sabemos dedicar a nuestros hijos. Mi peque sabe que estoy triste porque se lo explicamos y aunque esté jugando con ella, ella sabe que una parte de mí no está ahí. Y a pesar de esto, sus demostraciones de afecto se han multiplicado conmigo y su padre. Los besos, los «te quiero mucho», las caricias, las miradas profundas que -teta mediante- parecen que están leyendo la tristeza de mi corazón.
Es el rol de madre el que sin duda me ha abierto el corazón de maneras que no había imaginado, pero también el que me hace comprender más a mi mamá. Sé que es una frase que muchas veces hemos escuchado, pero que la comprenda no significa que actúo como ella lo hacía, significa que comprendo que siempre ha dado lo mejor de sí, que ha hecho todo de la manera que ella creía que era la mejor para mí y para mi hermana y que su forma de amar era tan intensa que muchas veces la hacía sufrir.
Mamá tenía una generosidad inmensa. No quería cometer los mismos errores que sus padres cometieron con ella (eso era lo que nos decía siempre), y gracias a su fortaleza y su ímpetu, logró sacar adelante a una familia rodeada en torno al amor, el compañerismo, el apoyo de unos a otros, la honestidad y la alegría. Su vida será un ejemplo para mí y para los que vendrán. Su recuerdo será el alimento de nuestras charlas, nuestras anécdotas y de muchas sonrisas. Estaremos unidos gracias al amor que ha sembrado en esta familia y que hoy tiene 3 pequeños frutos llamados Amanda, Guillermina y Olivia. (sus 3 nietitas)
Buen viaje, mamá. Y como siempre digo: «Estarás siempre en mi corazón»
Acó
8 enero, 2014 at 3:00 pm
Lo siento mucho… Ufff, enfrentarse a la pérdida de un ser querido es tan terrible, pero tenemos que seguir adelante, no nos queda otra que luchar por los que estamos aquí. Un abrazo
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10 enero, 2014 at 3:43 pm
Gracias Carmen por tus palabras y por tomarte el tiempo de leerme.
Un abrazo,
Sonia
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8 enero, 2014 at 4:01 pm
Son muy conmovedoras y a la vez muy enriquecedoras tus palabras. Sos una persona muy especial So, un abrazo enorme.
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10 enero, 2014 at 3:45 pm
Gracias Andre por tus palabras. Aunque no hayamos compartido muchos momentos juntas, siento que la distancia y la maternidad nos han encontrado y muchas veces me he sentido más cerca de ti que de otra gente que veía con más frecuencia en Baires.
Te mando un beso enorme y otro especial a Simón y a su papá.
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8 enero, 2014 at 4:16 pm
Hermosas palabras Soni… un abrazo fraterno!
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10 enero, 2014 at 3:45 pm
Gracias amiga.
Besitos
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8 enero, 2014 at 4:40 pm
Hace unos mese pasé por lo mismo.Muchos besos y apachuchones, también tengo un bello niño de cinco años, Aarón, que con su sonrisa y su hermosura me hacen sentir que estamos aquí para vivir, para amar y para ser felices. Mucho ánimo y mucho amor.
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10 enero, 2014 at 3:46 pm
Qué dulce eres Elena. Es cierto que los niños nos mantienen conectados a la vida y a su belleza. Gracias por tu mensaje. Lo valoro con el corazón.
Cariños,
Sonia
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8 enero, 2014 at 5:01 pm
Lo siento mucho, te mando mucho ánimo en estos momentos tan duros.El amor inmenso de tu mamá y su recuerdo pervivirá para siempre en sus hijas y nietas. Un abrazo.
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10 enero, 2014 at 3:47 pm
Gracias Ernest. Siempre tan amoroso y atento.
Lo mejor para ti y todo lo que emprendas.
Un cariño grande,
Sonia
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8 enero, 2014 at 6:34 pm
Hay lugares en el alma que no se pueden reemplazar nunca, pero,desde el lugar que ocupás en la mía, está mi abrazo.
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10 enero, 2014 at 3:47 pm
Gracias Ale por tus palabras. Me llegó el abrazo.
Besos
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8 enero, 2014 at 6:46 pm
SONIA QUE LINDO LO QUE ESCRIBISTE !!!!!TE MANDO UN BESO ENORME ,CARIÑOS A LOS 3 ,INES
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10 enero, 2014 at 3:48 pm
Gracias Inés! Besos también a los 3
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8 enero, 2014 at 9:04 pm
Que Mi Padre Dios te de la tranquilidad que necesita…y ten x seguro q ese Gran Angel q Ahora descansa, esta a tu lado cuidandote. Un abrazo.
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10 enero, 2014 at 3:48 pm
Gracias Gaby. Muy dulces tus palabras. Un abrazo de luz,
Sonia
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8 enero, 2014 at 9:59 pm
Es un bello homenaje a tu mamá y una linda manera de reconectarte con nosotros. Yo te he echado mucho de menos. Intuía que algo pasaba, pero no supe cómo preguntarte. Te mando un abrazo muy amoroso
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10 enero, 2014 at 3:49 pm
Gracias madrexilio. Sabes que nos sentimos cerca por la distancia y por la experiencia de la maternidad blogger. Te mando un abrazo y sigo leyéndote.
Sonia
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10 enero, 2014 at 6:04 pm
Muchas gracias por el cariño compartido 🙂
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9 enero, 2014 at 3:11 am
Buena Noche….empece a leer y no fui capaz de parar….sentí tu tristeza y tu dolor…pero tambien tu deseo de sobreponerte y darle paso al día a día…retomar tu rol de mama al 100%…recordar a ese ser tan amado desde las vivencias mas gratas, aquellas que siempre producen una sonrisa en nuestro rostro…desde el amor.
Un abrazo y fue un placer leerte.
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10 enero, 2014 at 3:51 pm
Muchas gracias Martha por tomarte el tiempo para volcar tu emoción y compartir conmigo lo que has sentido al leerme. Para mí es muy importante compartir con ustedes esto que vivo porque me ayuda, los siento más cerca y recibo mucho amor de personas que como tú se dejan tocar el corazón por las palabras.
Un abrazo gigante,
Sonia
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13 enero, 2014 at 2:54 pm
Lo siento mucho. Nunca sé decir en estos casos.
Un abrazo.
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16 enero, 2014 at 1:25 pm
lo siento mucho sonia, el amor de tu familia y el que tu ami dejo sera la fortaleza de tu ser. Un ángel en el cielo para cuidar sus vidas. te mando
un beso grande
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23 enero, 2014 at 1:09 pm
Estoy llorando. Ayer hizo un año que yo también tuve que despedir a mi madre. Ha sido un año de muchas lágrimas en soledad, porque pienso que no puedo cargar a los mios con mi pena con la frecuencia que la siento. Y también de alegrías tristes como cuando mi padre me dijo que había soñado con ella, y que podía volver a caminar y se la veía bien y contenta. O cuando mis hijos hacen algo y pienso «lo que le gustaría a mi madre ver esto». O cuando la mayor me dice «Echo de menos a la abuela» y la mediana inmediatamente dice «Y yo también». Ha pasado un año, y pienso que al menos se ha cerrado el círculo. Y la siento conmigo en muchos momentos. Y seguro que tú también la sentirás cerca en muchas ocasiones, porque una madre jamás te abandona del todo. Se fuerte, seamos fuertes, por los que están con nosotras. Nos necesitan fuertes, aunque ellos mismos vean que a veces necesitamos derrumbarnos un ratito para poder levantarnos con más energía. Un beso
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31 enero, 2014 at 3:12 pm
Hola Marisa. Disculpa que tardé en responder tu comentario. Afortunadamente son muchos los que dejan su opinión por aquí y a veces se me pasa responder, pero los leo todos. Y el tuyo lo leí en cuanto lo recibí pero me tomé unos días para responderte. ES cierto lo que dices con lo del «año» que debe pasar tras el fallecimiento. En un año pasan muchas fechas importantes en las que sentirá la ausencia de ese ser querido y la clave, creo está, es poder atravesarlo.
Cada día me voy recomponiendo. Sintiendo su ausencia con más amor que tristeza y eso mi hija lo siente y me lo agradece. Ella me ha demostrado ser una gran compañera de este duelo y creo que al compartirlo, le estoy transmitiendo y explicando una manera de hacerlo.
Un beso grande y toda la luz para tus días.
Sonia
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